domingo, 9 de octubre de 2011

SONIA BABY


Desde la gala del pasado jueves, queda claro cuál va a ser la estrategia de concurso de Sonia Baby, vender penas.
A su entrada en el reality muchos esperaban encontrar a una chica desinhibida y liberal, pero una vez ocupado ese puesto por Leticia Sabater, parece que Sonia Baby ha optado por otro mucho más cómodo, ir dosificando con cuenta-gotas la triste historia de su vida.
Anoche desde “La última hora de Acorralados” veíamos cómo Sonia Baby confesaba a sus compañeros “Cuando salga me voy a sacar el graduado, quiero estudiar diseño gráfico”.
Lo siento pero yo soy incapaz de creerme que una chica de 30 años a la tercera semana del reality quiera vendernos que ha decidido sacarse el graduado nada más salir del concurso.
¿A su edad y cobrando en una noche lo que muchos no logran en todo un mes no ha tenido tiempo para hacerlo?
Al igual que siga vendiéndonos la pena con cosas tan surrealistas como que tenía que conformarse con leer los carteles de la calle y las etiquetas de los botes, porque no tenía libros…
¡Pero vamos a ver! ¿Qué en su casa no había ni un solo libro, ni periódico, ni revista aunque fueran del año de la polka? Me suena rarísimo, pero ni aun siendo así tendrían ningún sentido sus palabras.
Me puedo creer esa historia de una persona de la época de nuestros abuelos, o de alguien perteneciente a cualquier país subdesarrollado donde no saber leer o escribir es el último de sus problemas, ¿pero en España y con 30 años?
Dejando a un lado que la escolaridad es obligatoria, aunque Sonia Baby no hubiera pisado un colegio en toda su vida –que me consta que no es así-, igualmente habría tenido acceso a cualquier libro, porque hasta en el pueblo más pequeño, si no cuentan con bibliotecas públicas, poseen casas de la cultura de las que cualquier hijo de vecino puede hacer uso.
¿O es que ahora Sonia Baby nos intenta hacer creer que en nuestro país es más fácil encontrar droga que encontrar un libro? ¿Nos estamos volviendo locos o qué?
Con esto no quiero decir que no me crea en absoluto la versión de Sonia Baby y que esté de acuerdo con la que aporta su madre, que es prácticamente opuesta a la de la acróbata vaginal. Si no que pienso que se trata de una verdad a medias por ambas partes, y está más que comprobado que nunca ni los buenos son tan buenos, ni los malos son tan malos…
Además, rescatando la entrevista que le realizaron hace unos meses en el programa “Conexión Samanta” de Cuatro, Sonia Baby afirma que con 14 años comenzó a trabajar como gogó en una discoteca.

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